lunes, 11 de abril de 2011

CANGURITO DE LA ESTEPA



Te conozco sin conocerte. Tus saltitos inexpertos, responden mis caricias y completan mis frases.

Cada mañana al salir a arreglarte el mundo, encomiendo a Dios tu desarrollo y me despido con un beso transmitido a través de tu madre, fuerte, protectora y mucho más paciente que yo.

Mis días transcurren entre pensamientos sobre ti y planes para nosotros, para los tres que formamos nuestra pequeña familia.

Papá, mamá y tu... MI CANGURITO.

Sería largo expresarte cuanto tiempo te deseé, cuantas veces te soñé y te imaginé, pero sabedor debes ser del inmenso amor que llevó a que tu vinieras mi niño.

Espero cada noche con ansia y emoción, pues podré llegar a saludarte, a mimarte, a platicar contigo a través de esa delgada y dulce separación que es la piel de mamá. No puedo verte, pero te escucho, te siento y TE AMO CADA MINUTO DE MI VIDA MI PRÍNCIPE.

Cada patada, cada empellón que con energía das cuando te hablo, cuando te canto o cuando quieres atención es un paso al cielo, a la felicidad más brillante, indescriptible y hermosa que haya sentido jamás. Eres mi niño y yo soy tu papá...

Todo ha adquirido un significado distinto, todo gira y girará en torno a ti y tus locuras, pequeñas y mágicas que ya expresas con indomables bríos...

Temo con natural recurrencia por ti y por mamá, pero sé en el fondo que nada malo pasará.

Gracias Cangurito mágico de las estepas de mamá, por venir a llenarnos de gozo y felicidad. Por recordarnos que tu eres la máxima expresión de nuestro enamoramiento, de nuestra vida compartida, de la mezcla de nuestras historias.

Un regalo más fantástico y más satisfactorio que saber que me escuchas y sentir tu alegría como respuesta no ha habido, ni habrá.

Bienvenido y bendito seas siempre mi cielo precioso, te espero casi sin poder aguantar.

Gracias por escogerme para ser tu papá.

¡TE AMO CON TODA EL ALMA Y TE VEO PRONTO!

Papá

No hay comentarios:

Publicar un comentario