lunes, 30 de noviembre de 2009

COTIDIANO

Los últimos días han sido de mucho ajetreo, entre documentales y testimoniales, entre el cielo y la tierra, Dios y el hombre... la espada y la pared. Mis acercamientos al derecho canónico me han llevado a concluir que la disfuncionalidad familiar es un problema que a mi en lo particular está generándome auto- divergencias de personalidad que podrían resultar peligrosas.

El régimen alimentario auto- impuesto está claramente destruyéndome el cerebro y eso de la mano con los recientes conflictos ideológicos a los que me enfrento temo que podría concluir con mi futuro intelectual.

En fin ya veremos...






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